martes, 21 de diciembre de 2010

Odio el color verde

Hoy me he dado cuenta de su existencia y maldigo el momento en el que lo he hecho.
No quiero volver a entrar en éste juego.
Sentada en el suelo del pasillo, en unos de los descansos de clase, buscaba una noticia interesante en el periódico con mi compañera.
Como si fuera la escena de una película me pareció verle salir a camara lenta de la clase de al lado. ¿Por qué tendré la capacidad de captar tantos detalles en apenas unos segundos? Con las manos llenas de carboncillo y la mirada perdida hasta que decidió cruzarla con la mía provocándome un agradable escalofío.
Finjí interesarme en la página por la que tenía abierto el periódico ¿Deportes? nunca me han interesado... Observo el espacio buscándole disimuladamente para volver a chocar con su mirada y ,ésta vez, es él quien la desvia.
No han sido imaginaciones mías.
Entró en el ascensor y antes de que las puertas se cerrasen volví a hundirme en esos ojos verdes.



Como odio ese color...

sábado, 21 de agosto de 2010

Dulce reencuentro



Los niños en el parque jugaban a ser superhéroes y ellas con sus muñecas. Un niño y una niña pasearon delante de nosotros cogidos de la mano. Aquella imagen evocó un dulce recuerdo que me hizo sonreír.

- ¿Te acuerdas que cuando éramos pequeños jugábamos a interpretar los cuentos? Cuantas veces hice de princesa y cuantos besos te robé.- Reí.

Aarón también sonrió y me miró.

- Recuerdo que me daban asco los besos, pero siempre accedía para jugar contigo a esas historias tan cursis.

- Como han cambiado las cosas. Echo de menos esa época.- Dije con mi vista en un punto indefinido.

Cuando volví a mirarle le tenía tan cerca que notaba su respiración en mi cara.

- Yo no. Los juegos no son tan reales.- Contestó sellando sus labios con los míos.

martes, 17 de agosto de 2010

Para que todo vuelva a suceder...



Los dos le damos mil vueltas… pero siempre sale cruz…

Gritar… perder la cabeza…


El hecho de que estuviésemos las tres en aquél parque hablando con el sonido de un guitarrista de fondo me hizo reír. ¡Aquella escena me recordó al cierre del capítulo de una maldita serie americana!
Necesitaba soltar parte de lo que me había estado tragando días atrás, al menos de lo que me estaba provocando un enfado progresivo. Todo el mundo ha pensado alguna vez que las cosas malas vienen agarradas de la mano, yo lo confirmo.
Pero aquella tarde también hay pequeñas cosas que te pueden hacer sentir bien.
Cuando oí la voz del chico de la guitarra dejé de escuchar el resto de los sonidos que me rodeaban. Me sorprendió el sonido de aquella famosa canción cantada por él:


¿Sabes?...¿sabes que te digo?
Si no la llenas tú, no...
Si no la llenas tú no la llena cualquiera
Y yo...yo
Me he pasado buscándote una vida entera.
Cansadito estaba de tener que buscar
Por las calles, los sueños, la tierra el mar...
Si no la llenas tú, no...
Si no la llenas tú no la llena cualquiera
Y no quiero más piedra, papel o tijera...



Quién me iba a decir que la voz de un desconocido me iba a sacar una sonrisa e, incluso, inspirarme…



martes, 10 de agosto de 2010

Amiga soledad


Dime, ¿Qué sientes ahora?
Es extraño ¿verdad?
Ella siempre estaba a tu lado a pesar de todo. Aunque para ti solo fuese una amiga, después de todo, no le querías como nada más. ¿O sí?
Jamás pensaste que ella le daría la llave de su corazón a otro que no fueses tú.
Demasiado tiempo jugando hasta darte cuenta de que habías perdido la partida y que ella no te daría la revancha.

Y recuerdas una y otra vez aquella estúpida frase…

Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde…

sábado, 10 de julio de 2010

Perdiendo la cabeza... buscando la cordura...


Anoche el Corazón le pidió el divorcio a la Razón. ¿El motivo? Ella no le deja respirar, ni si quiera sentir, se siente encerrado en la jaula de la lógica.
Ella no puede más, dice que está perdiendo la cabeza por su culpa y que tiene miedo al pensar que tendrá que recoger los trocitos que deje en cuanto lo vuelvan a destruir.
Encerrarlo bajo llave fue lo mejor, pero aquella estancia se le está haciendo pequeña…
Los dos llegaron a un acuerdo propuesto por Razón.
- Démonos unas vacaciones y así veremos la situación de otro color. Después veremos quién de los dos tiene razón.
- De acuerdo- Aceptó Corazón- Pero si la cosa no cambia tú deberás devolverme la llave con la que me encerraste.





Trato hecho

jueves, 17 de junio de 2010

Tango


Sin perder el contacto nos deslizamos por el escenario al son de la música. Llega un momento en el que dejo de escucharla y me evado en mi mundo perfecto. Como si flotara en una nube con el único anclaje de tus brazos aferrándome al mundo real ¿o tal vez sea irreal?
Al ritmo del tango tus manos resbalan por mi cuerpo como mis tacones por la pista de baile. Me alejo y vuelves a tirar de mí para aferrarme a tu cuerpo. Tu aliento se pasea por mi cuello. Giramos en un en un forcejeo que supera a las mejores de las coreografías y vuelvo a encontrarme frente a ti.
Te reto rozando tus labios con los míos para después retirarme, pero es demasiado tarde. Como si de un cinturón se tratase, me tienes atrapada por la cintura.
La música termina en los segundos suficientes para que vuelva a la realidad.
Los dos nos separamos y me ofreces tu mano para saludar juntos al público.

Baja el telón. Ha terminado la actuación. Miradas que se cruzan de reojo cuando nuestras manos se separan.

Cada uno ha sabido interpretar su papel.

miércoles, 9 de junio de 2010

Búsqueda



El dilema que me planteaba con el lienzo ya parecía ser una costumbre. Mi cabeza me decía que continuara pero al ver el resultado de las siete horas con el pincel empezaba a cuestionarme que valiera la pena esa pérdida de tiempo.
Tiré el pincel a suelo y recorrí la sala. Abrí uno de los ventanales que iluminaban el habitáculo y me quedé apoyada en el alfeizar observando el lugar. Los caballetes situados a los laterales y las estatuas me recordaron el porqué estaba allí.
Volver a mis raíces artísticas tal vez me devolvería la inspiración que parecía huir de mí. Pero regresar allí, tras tantos años, no era lo mismo.
Desde lejos aquella superficie policromada seguía sin transmitirme nada. Comencé a deslizarme por la pared hasta acabar sentada en el suelo.
No sé cuánto tiempo estuve así hasta que salí del ensimismamiento llamada por una melodía que me trajo el viento y rompió el silencio.
Un segundo bastó para levantarme y enfrentarme nuevamente al cuadro con otros ojos y cuando quise darme cuenta ya había terminado junto al sonido de la música.
Otra vez el silencio.
Salí a la búsqueda corriendo por el pasillo, revisando cada una de las aulas de música hasta que nuevamente aquella melodía volvió indicándome el camino al gran salón de actos.
Observando desde la puerta continué como espectadora. Allí estaba él, como si no hubieran pasado estos seis años. El pelo revuelto y los ojos cerrados mientras deslizaba sus dedos por las teclas del piano. Paró y cruzó una mirada conmigo.
- ¿Qué te ha hecho volver?- Pregunté mientras me acercaba.
- Busco a mi musa- Sonreí recordando aquella misma frase años atrás.- ¿Y tú?
- Inspiración.
- ¿La has encontrado?
Asentí.
Volvió el silencio.
- Ahora puedo ayudarte a encontrar lo que buscas.- añadí.
- No hace falta, ya lo he conseguido.
Dicho esto dejó espacio en el banco y continuó con la melodía. Subí para ocupar el lugar junto a él.
En el otro extremo del edificio, una sala vacía y un cuadro lleno de colores alentados por la música expresaba un nuevo comienzo.

Unos lo llaman sinestesia.

Yo prefiero llamarlo inspiración.



http://www.youtube.com/watch?v=oQCMSBhuMaU

viernes, 22 de enero de 2010

La segunda a la derecha...


Hace poco tuve un sueño que me hizo sonreír y rememorar sensaciones de la infancia.
No sé porque se coló ese interesante personaje en mi sueño. Peter Pan siempre ha sido uno de mis cuentos favoritos, pero hace tiempo que cerré mi ventana y olvidé el País de nunca jamás. Aún así esa noche me hizo una visita y sin darme cuenta me llevó hasta la segunda estrella a la derecha y todo recto hacia el amanecer.
Si en algo coinciden la mayoría de los sueños es que por muy raros que sean todo parecerá lo más natural del mundo. Y allí me encontraba yo, en una exótica selva vestida de verde y flores púrpuras. Al verme reflejada en el riachuelo pude comprobar que había retomado el aspecto de mis trece años y, aun así, no veía nada raro en ello. EL sonido de voces cercanas captaron mi atención invitándome a ver la escena desde un segundo plano escondida entre la maleza. Un grupo de niños subían a un frondoso árbol con rapidez. Escasos segundos después llegaron los piratas dispuestos a seguirlos con un resultado algo más lento. Miré la copa del árbol que me ocultaba, estaba bastante cerca del suyo, los chicos podrían pasar de uno a otro sin problema. Decidí subir a él para ayudar a los niños perdidos.
No sé si lo conseguí pues al despertar no recordaba el resto. De todas formas esta fantasía me hizo recordar o tal vez abrirle la puerta a esa niña que aún sigue dentro de mí. Porque nadie debe dejar morir a ese niño interior. Ese que por muy imposible que sean las cosas piensa que es sencillo, que la imaginación es el mejor de los juegos y que los sueños siempre se hacen realidad.
Espero volver muy pronto al País de Nunca Jamás.