martes, 17 de agosto de 2010

Para que todo vuelva a suceder...



Los dos le damos mil vueltas… pero siempre sale cruz…

Gritar… perder la cabeza…


El hecho de que estuviésemos las tres en aquél parque hablando con el sonido de un guitarrista de fondo me hizo reír. ¡Aquella escena me recordó al cierre del capítulo de una maldita serie americana!
Necesitaba soltar parte de lo que me había estado tragando días atrás, al menos de lo que me estaba provocando un enfado progresivo. Todo el mundo ha pensado alguna vez que las cosas malas vienen agarradas de la mano, yo lo confirmo.
Pero aquella tarde también hay pequeñas cosas que te pueden hacer sentir bien.
Cuando oí la voz del chico de la guitarra dejé de escuchar el resto de los sonidos que me rodeaban. Me sorprendió el sonido de aquella famosa canción cantada por él:


¿Sabes?...¿sabes que te digo?
Si no la llenas tú, no...
Si no la llenas tú no la llena cualquiera
Y yo...yo
Me he pasado buscándote una vida entera.
Cansadito estaba de tener que buscar
Por las calles, los sueños, la tierra el mar...
Si no la llenas tú, no...
Si no la llenas tú no la llena cualquiera
Y no quiero más piedra, papel o tijera...



Quién me iba a decir que la voz de un desconocido me iba a sacar una sonrisa e, incluso, inspirarme…



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